CUANDO EL EJÉRCITO HACE LA REVOLUCIÓN

Unos pocos países en el mundo carecen de él, pero en todos los demás el ejército es parte importante de de la estructura del Estado tal y como está concebida la vida en la Tierra. Sirve para «defender la nación», si bien también ayuda al poder establecido a mantener el control sobre sus ciudadanos u otros países al saberse mejor armado. Por lo general se intenta eliminar cualquier resquicio de pensamiento crítico en las fuerzas armadas, para evitar posibles conflictos con las órdenes y acostumbrar a la tropa a obedecer sin cuestionar. Pero aunque es una institución sumisa al gobierno y muchas veces sirve a los intereses de la oligarquía, a quien realmente se debe es a los ciudadanos y al país. Cuando esta vocación de servicio a la comunidad prevalece sobre intereses ajenos, el ejército puede convertirse en un importante foco de cambio social frente a su tradicional rigidez.

1. soldados

Soldados bolcheviques.

Ya ocurrió en Rusia, durante la I Guerra Mundial, cuando las protestas en Petrogrado se hicieron tan intensas que el Zar Nicolas II se vio obligado a movilizar a la guarnición de la ciudad para sofocar la rebelión. Pero las condiciones de los soldados no eran mejores que las del pueblo, y tras algún amagos de represión, todos los regimientos acabaron por sumarse a los civiles al grito de pan, paz y tierra. Dos semanas después el zar abdicaba y Rusia se sacudía de encima 300 años de atraso. De esta sinergia nació el Ejército Rojo, una fuerza militar concebida para defender el cambio social que se estaba dando en Rusia de las potencias imperiales que querían impedirlo.

claveles

Soldados portugueses durante la Revolución de los Claves (25 de Abril de 1974)

En Portugal, en 1974, una anciana dictadura deliraba en el gobierno, manteniendo al país aislado y enviando tropa a anacrónicas guerras coloniales cuando el concepto «colonia» ya sólo servía para perfumar discursos anticuados. El descontento caló en los cuarteles y oficiales de baja graduación gestaron el Movimento das Forças Armadas, una organización que derrocaría a la dictadura salazarista en menos de 24 horas y sin apenas violencia. Las calles se llenaron de soldados y ciudadanos que recibieron con flores la llegada de la socialdemocracia. Fue la llamada «Revolución de los Claveles«, y convirtió a Portugal en un estado de derecho, concediendo a la vez la independencia a la últimas colonias portuguesas.

Estos casos son sólo algunas muestras de que la institución militar no siempre ha sido un elemento coercitivo y represor, sino que en ocasiones fue capaz de liderar o reforzar procesos revolucionarios en marcha que hicieron avanzar el motor de la historia. Sólo depende de a quien sirva.

Documental sobre la Revolución de los Claveles (en Portugués).

Sobre los acontecimientos de Petrogrado podéis ver la película «Octubre«.

Un Comentario

  1. jose

    Como las cosas sigan así y no se meta en las cárceles a los ladrones y a los corruptos que han traicionado la buena fé y decepcionado tanto a los votantes que les han llevado a los órganos de representación de TODOS LOS CIUDADANOS, les va a hacer falta el ejército para sofocar la revolución que les puede estallar en las manos. Y eso si el éjercito se presta a proteger a los delincuentes que se han agazapado entre los pocos políticos honrados que nos quedan. Hacen falta nuevos líderes que sepan recuperar las ilusiones de las personas de este país.
    No se si fallan los sistemas o las personas…..que decepcionante.

  2. Pingback: EL ÁGUILA Y LOS “AGUILILLAS” | LO ES, LO FUE

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